UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL UPN. UNIDAD 321
Maestría en educación básica.
GUADALUPE, ZAC.
Especialidad: Competencias profesionales para la práctica en la Educación Básica.
Profesora:
Teresa Muñoz Miramontes.
Grupo “C”
Análisis del Plan de Estudios
Noviembre de 2011.
Análisis del Plan de Estudios
La escuela donde me encuentro laborando actualmente, es la escuela primaria “Ramón López Velarde”, misma que tiene dos turnos, yo estoy en el matutino, mismo que se compone de doce grupos, dos de cada grado; está ubicada a poca distancia del centro de la ciudad, lo que en cierta medida define las características de los alumnos. En general puede mencionarse que se trata de alumnos que tienen una asistencia regular, gran parte de ellos son hijos de padres que ambos trabajan por lo que se encuentran bajo el cuidado de abuelos o tíos, algunos son hijos de madres solteras, o en sí son parte de una familia desintegrada.
Por este ciclo escolar me encuentro a cargo del grupo de tercero “B”, que cuenta con veinticinco alumnos, mismos que se pueden describir como inquietos, soy muy expresivos y difícilmente permanecen en silencio, cabe señalar que el grupo me fue asignado apenas hace unos días, puesto que anteriormente me encontraba comisionada en la subdirección. Reconozco que para ellos ha sido un gran cambio y que aún nos encontramos en el proceso de adaptación.
Al abordar algunas actividades he notado que muy poco se detienen a analizar lo que leen, son muy dados a estar preguntando qué van a hacer antes de leer las indicaciones, o en el caso que se les pregunta sobre lo que interpretan de la lectura, hay quienes se remiten a repetir exactamente lo que dice en el libro, pero carece de significado, puesto que no entienden de que se trata o que van a hacer; he aquí la inquietud por corregir este problema, teniendo presente que la RIEB plantea la necesidad de formar alumnos competentes, y claro está que la lectura es un aspecto necesario y decisivo para la consecución de otros propósitos, se trata de que toda lectura realizada resulte trascendente, que tenga significado y la utilice óptimamente.
El plan de estudios 2011 maneja este punto de la siguiente manera:
La habilidad lectora en el siglo XXI está determinada por significados diferentes. En el siglo XX, la lectura traducía predominantemente secuencias y lineamientos convencionales, y en la actualidad es la base del aprendizaje permanente, donde se privilegia la lectura para la comprensión, y es necesaria para la búsqueda, el manejo, la reflexión y el uso de la información. Es el acceso a ámbitos especializados que garantizan el aprendizaje permanente y la inserción en las nuevas economías. Lo anterior tiene consecuencias en el método y la didáctica, porque se transita, a lo largo de las décadas, de las marchas sintéticas a un análisis intencionado de la lengua. Hoy día es necesario hablar de las prácticas sociales y culturales del lenguaje y de sus productos; ésta es la tarea de la escuela.
El programa de español para la educación primaria 2009, tiene como propósito principal, por un lado, que los alumnos aprendan a leer y a escribir una variedad de textos para satisfacer necesidades e intereses sociales y personales, y a desempeñarse tanto oralmente como por escrito en una variedad de situaciones comunicativas.
Esto al tener como antecedente el plan 1993 donde se hacía explicito que:
El propósito central es propiciar que los niños desarrollen su capacidad de comunicación en la lengua hablada y escrita, en particular que:
· Logren de manera eficaz el aprendizaje inicial de la lectura y escritura.
· Desarrollen su capacidad para expresarse oralmente con claridad, coherencia y sencillez.
· Aprendan a aplicar estrategias adecuadas para la redacción de textos que tienen naturaleza y propósitos distintos.
· Aprendan a reconocer las diferencias entre diversos tipos de texto y a utilizar estrategias apropiadas para su lectura.
· Adquieran el hábito de la lectura y se formen como lectores que reflexionen sobre el significado de lo que leen y puedan valorarlo y criticarlo, que disfruten de la lectura y formen sus propios criterios de preferencia y de gusto estético.
· Desarrollen las habilidades para la revisión y corrección de sus propios textos.
· Conozcan las reglas y normas de uso de la lengua y las apliquen como un recurso para lograr claridad y eficacia en la comunicación.
· Sepan buscar información, valorarla, procesarla y emplearla dentro y fuera de la escuela, como instrumento de aprendizaje autónomo.
Por lo tanto se hace notoria la necesidad de reformar la formas de trabajar la lectura, en particular no me ha parecido tan fácil puesto que las características de los alumnos no siempre se prestan, estando en tercer grado, han desarrollado ciertos vicios o resistencia hacia la lectura, se limitan a cumplir con una indicación más que utilizarlo como una herramienta para aprender, por lo cual aún se sigue en la lucha por abandonar el enfoque formalista que en algún tiempo se difundió.
Cabe señalar que en el actual programa la organización dejo de manejarse en cuatro ejes: lengua hablada, lengua escrita, recreación literaria y reflexión sobre la lengua; ya que los avances en las investigaciones sentaron las bases para cambiar los ejes por los componentes: expresión oral, lectura, escritura y reflexión sobre la lengua, en el Programa de 2000, esto con la finalidad de darle un uso social a la lectura, pues se pretende interactuar con la misma, de tal forma que resulte un acto trascendente.
Por lo tanto, tras hacer esta revisión y tener presente que se requiere hacer un cambio en la práctica docente para cumplir con el nuevo enfoque, se pretende implementar estrategias que coadyuven a corregir esta fallas, que sin duda es una de las principales causas por la cual los alumnos salen tan bajos en las evaluaciones, lo que demuestra que no son competentes como la sociedad actual lo exige, por lo que dista de los propósitos del perfil de egreso de la educación básica. Reconocer las fallas es el primer paso para comenzar una investigación oportuna y adoptar medidas para su resolución. Como docentes, nos compete hacer de esta práctica una actividad que trascienda en la vida cotidiana de los alumnos, que sea funcional todo lo que aprenda, para que de la habilidad lectora traspase a impactar en sus habilidades para redactar, logrando expresarse adecuadamente tanto de forma oral como escrita.
